Los dos importantes bancos de reproducción de peces que
existen en las bahías de Samaná y de San Lorenzo son atacados de manera
inmisericorde por pescadores inescrupulosos que se han establecidos en la zona
de Los Haitises hasta con casas de campañas y familias.
Los depredadores de los recursos marinos estarían
utilizando los métodos de pesca, conocidos como “apaleo” y “la licuadora”, que
atrapan la producción pequeña y adulta, bloqueando la reproducción.
El Ministerio de Medio Ambiente ha hecho esfuerzos
extraordinarios por detener la práctica, pero los intrusos llegan en horas de
la madrugada y se retiran a primeras horas de la mañana, burlando la vigilancia
que hay en la zona, de apenas dos hombres con una escopeta.
Delfines y manatíes en manadas, que se encuentran en la
bahía de San Lorenzo, corren el riesgo de ser capturados por la temible
licuadora, que también está afectando la flora marina en la zona.
“La licuadora es un método que atrapa en masa los peces,
es un crimen fatal”, explica Luis Carlos López Calcaño, administrador de Los
Haitises por la parte Este.
Y advierte: “No tenemos hora para trabajar, estaré en la
bahía en las noches, en las madrugadas, tardes y mañanas. Los pescadores
perderán sus equipos y serán sometidos a la justicia, eviten problemas y
pérdidas”.
A pesar de las amenazas que hacen las autoridades, los
pescadores aumentan y han llegado a la zona cargando hasta gallinas, perros y
gatos, que atacan a especies nativas como saltacocotes, lagartos e insectos que
hacen vida silvestre y son biocontroladores por excelencia.
Se ha estado planteando que sean sacados de Los Haitises
los pescadores que se han “mudados” hasta con camas, mosquiteros y enseres en
El Naranjo, en la zona de San Lorenzo.
De los ríos de la zona de Los Haitises, haitianos están
pescando especies como guabinas, anguilas, dajaos y tilapias nativas.
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