Los primeros cultivos de tomates y pepinos que se
plantaron dentro de invernaderos con capacidad de generación solar de
electricidad han resultado ser tan sanos como aquellos cultivados en
invernaderos convencionales, lo que indica que los invernaderos de este tipo
son muy prometedores para la agricultura y al mismo tiempo para la producción
de electricidad a partir de una fuente renovable.
El equipo de Michael Loik, Sue Carter y Glenn Alers, de
la Universidad de California en la ciudad estadounidense de Santa Cruz, ha
demostrado que estos invernaderos pueden capturar energía solar para
electricidad sin reducir el crecimiento vegetal.
Los invernaderos solares productores de electricidad
utilizan una nueva tecnología llamada WSPV (Wavelength-Selective Photovoltaic
System). Esta tecnología genera electricidad de forma más eficiente y menos
costosa que los sistemas fotovoltaicos tradicionales. Estos invernaderos están
equipados en el tejado con paneles transparentes que incluyen una tinta
luminiscente brillante de color magenta, que absorbe la luz y transfiere la
energía hacia tiras fotovoltaicas estrechas, donde se produce la electricidad.
Los sistemas WSPV absorben parte de las longitudes de onda azules y verdes de
la luz, pero dejan pasar el resto, permitiendo que las plantas crezcan.
El equipo de Loik vigiló la fotosíntesis y la producción
de frutos en 20 variedades de vegetales, incluyendo albahacas así como plantas
productoras de tomates, pepinos, limones, limas, pimientos y fresas, todos
ellos cultivados en invernaderos magenta en dos ubicaciones del campus y en una
en Watsonville, California.
El 80 por ciento de las plantas no vio alterado su
crecimiento, mientras que el 20 por ciento restante creció en realidad mejor
bajo los paneles magenta.
En experimentos adicionales, se constató que las
tomateras cultivadas dentro de los invernaderos magenta precisaban un 5 por
ciento menos de agua para crecer en la misma medida en que lo hacen otras
tomateras cultivadas en invernaderos más convencionales. Esto permite por tanto
ahorrar agua.
Los invernaderos inteligentes usan la electricidad para
controlar por su cuenta la temperatura, así como la acción de ventiladores,
lámparas y sistemas de vigilancia. La tecnología WSPV tiene el potencial de
permitirles a estos invernaderos ser autosuficientes energéticamente, pudiendo
estar desconectados de la red eléctrica tradicional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario