El biólogo
dominicano Peter Sánchez propone el uso de la fibra de coco, muy abundante en
el país, para fabricar bolsas biodegradables.
A través de la página www.change.org, la mayor plataforma
de peticiones del mundo, el biólogo dominicano Peter Sánchez lanzó la propuesta
“Prohibamos las bolsas plásticas en República Dominicana”. Desde su
publicación, el 3 de noviembre de 2017, ha conseguido unas 5,600 firmas de
personas que apoyan la iniciativa.
Listín Diario conversó con él por vía electrónica para
conocer qué propone como alternativa a
una problemática ecológica y social que ha dado paso a un movimiento global
cuya meta es que se prohíba o regule el
uso de bolsas plásticas no biodegradables.
Licenciado en Biología y diplomado en turismo sostenible,
Sánchez se desempeñó durante seis años, hasta 2014, como administrador del
Santuario de Mamíferos Marinos Bancos de La Plata y de La Navidad y fue miembro
de la Armada de República Dominicana por 12 años.
¿En qué
fundamentas la propuesta “Prohibamos las bolsas plásticas en República
Dominicana”?
Es como digo en la solicitud de la plataforma: Las fundas
plásticas se fabrican con polietileno, un producto derivado del petróleo. Las
fabricadas en República Dominicana demandan que los fabricantes o importadores
de las materias primas compren dólares, creando presión en el mercado de
divisas.
Estas fundas de polietileno no son biodegradables, por lo
contrario, son altamente contaminantes y muy resistentes, por eso duran cientos
y hasta miles de años en descomponerse. Mientras tanto, si entran en el drenaje
público o alcantarillado contribuyen a taparlo, luego tenemos las inundaciones
de las vías, con tres gotas de lluvia. ¿Quién no ha visto un carro o guagua
quedada en un charco o lago en República Dominicana?
Los plásticos
generan el 90% de la basura marina, sostiene el Pnuma.
Cuando caen a los ríos contaminan y de ahí van al mar, a
las playas, donde continúan contaminando y matando la vida silvestre: aves,
tortugas, peces, ballenas y corales son de las víctimas más conocidas de las
bolsas plásticas en el mar. De hecho, en el océano Pacífico y el Atlántico
existen islas de kilómetros cuadrados
hechas completamente de basura flotante, la basura plástica que se nos
escapa a las alcantarillas, ríos y mares.
En Republica Dominicana, los turistas se quedan con la
boca abierta cuando ven tantos desechos en las carreteras y por todas
partes.
Para refrescar la memoria, hace unos años un barco de
crucero llegó al puerto de Santo Domingo, en el río Ozama. Los turistas se
bajaron a recoger basura en el malecón, en su mayoría bolsas plásticas y vasos
de foam.
Ya en países como Senegal, Ruanda, Irlanda, Inglaterra,
Australia, Francia, Panamá, China y Alemania, por mencionar algunos, tienen
algún tipo de regulación de las fundas plásticas. Existen medidas interesantes,
como prohibir que las fundas sean gratis. Esto dirige al consumidor a tener una
bolsa reutilizable.
En Indonesia, por ejemplo, están creando bolsas con
almidón de yuca. Sí, de Yuca. Nosotros también podemos hacer algo para dejar de
contaminar nuestro país. Pudiéramos aprovechar por ejemplo la industria del
coco y crear bolsas reutilizables y biodegradables de fibra de coco.
¿Cómo va la
petición en www.change.org y por qué elegiste esta opción para dar a conocer la
propuesta?
La petición va en marcha. La aceptación de la propuesta
ha sido muy alta. Los dominicanos ya están cansados de ver desechos por todas
partes y se han educado para reconocer que si tuvieran una opción menos dañina
la utilizarían. También personas de diversos países que han residido en
República Dominicana o visitado el país han firmado. Me contactan mostrando su
apoyo al proyecto y se quejan de la cantidad de residuos plásticos que ven en
los lugares que visitan en nuestro país. La colocamos en Change.org porque su
plataforma es de fácil acceso y es la más conocida en el mundo para este tipo
de proyectos.
¿Cuántas firmas
son necesarias para lograr el objetivo y qué harán una vez colectadas?
No esperamos un cambio de la noche a la mañana. En la
actualidad tenemos más de 5,600 firmas. La plataforma Change.org nos brinda la
facilidad de enviar una notificación a las personas u objetivos de nuestra
propuesta cada vez que se logra una meta, como 500 firmas, por ejemplo. La
petición está dirigida a la Presidencia de la República, el Congreso Nacional y
el Ministerio de Medio Ambiente. La cantidad de firmas la hemos fijado en
25,000. A partir de esa cantidad, un grupo de personas comprometidas iniciaremos
otras medidas para divulgar las diferentes soluciones al problema como también
lograr los ajustes legales para regular el uso de fundas plásticas, botellas
plásticas, cubertería plástica y vasos de poliestireno (foam).
Las peticiones vía esta plataforma no tienen validez
legal…
Es cierto que las peticiones no tienen validez legal, son
firmadas de buena fe. Pero al momento que tienes a miles de personas apoyando
una idea, los responsables de hacer que las cosas sucedan deben poner atención
y tomar las medidas necesarias. Aquí no pensamos enjuiciar a nadie, solo
queremos que las buenas decisiones sean adoptadas por el bien de todos como
también por la imagen de nuestro país. Pretendemos hacer que 10 millones de
turistas visiten nuestro país cada año pero si cada uno utiliza un vaso de foam
o una funda plástica o cubertería de plástico viviremos entre desechos. Debemos
estar preparados en todos los sentidos, no es solo construir habitaciones de
hoteles.
¿Cuáles serían las
principales trabas que impedirían que la propuesta se haga realidad? En todo
caso, ¿qué alternativa propones?
Que los políticos no hagan caso siendo los responsables
de tomar las medidas necesarias para regular la utilización de estos productos.
En todo caso seguiremos luchando hasta lograr el objetivo, el cual está en
línea con diferentes programas del Estado como son la mitigación de los efectos
del cambio climático, protección de la biodiversidad, la marca país, la visión
de turismo diferente y sostenible y la creación de empleo.
CAMPAÑA
#MARESLIMPIOS
En febrero de 2017, durante la Cumbre Mundial del Océano organizada en
Bali, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) inició
la campaña #Mareslimpios. Su objetivo: eliminar para 2022 los productos
plásticos.
Según el organismo, los plásticos generan el 90% de la
basura marina en los océanos al depositarse en ellos aproximadamente 8 millones
de toneladas cada año. Esto ha provocado
que, en los últimos 50 años, se haya multiplicado veinte veces la producción
mundial de plásticos, con la generación en este plazo de 320 millones de
toneladas.
Luego, en diciembre de 2017, en la Asamblea General del
PNUMA celebrada en Nairobi, más de 200 países firmaron una resolución en la que
se comprometían a eliminar la contaminación con plástico en el mar.
En promedio, explica Peter Sánchez, una funda plástica se
fabrica en un segundo, es utilizada por unos 20 minutos y tarda entre 400 a
1000 años en degradarse, “mientras sus componentes químicos continúan
contaminando”.
El biólogo
dominicano Peter Sánchez propone el uso de la fibra de coco, muy abundante en
el país, para fabricar bolsas biodegradables.
“La Unión Europea desea que antes del 2030 el 55 % de los plásticos sean reciclados como
también disminuir el consumo de bolsas plásticas de 90 a 40 por persona al año”, dice el biólogo.
En República Dominicana, en las últimas dos jornadas de
limpieza de costas y ríos se han recogido más de 300 toneladas métricas de
desechos, respectivamente. En 2016, según datos del Ministerio de Medio
Ambiente, fueron recogidas 1,461,000 unidades de material foam y 1,264,400
unidades de botellas plásticas. En la jornada del 2017, el 46 por ciento de los
desechos encontrados correspondió “a fragmentos de platos, vasos y envases del
material denominado foam”.
Si te interesa apoyar la iniciativa, entra a
www.change.org y firma.
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