La ciudad holandesa de Rotterdam pronto puede ser la primera
en el mundo en tener carreteras hechas de plástico reciclado con residuos
recuperados por los océanos de todo el mundo. La ciudad está colaborando con la
empresa constructora VolkerWessels para idear un plan para revolucionar los
sistemas viales con paneles modulares de plástico que se acoplan entre sí,
desmontables según necesidades, con fácil acceso para reparaciones y un espacio
hueco para infraestructuras básicas.
La propuesta ecológica no solo es buena porque usa residuos
plásticos de los océanos y los convierte en algo útil, también porque sustituye
el asfalto tradicional. La producción de asfalto supone 1,6 millones de
toneladas de emisiones de CO2 al año, o el 2 % de todas las emisiones del
transporte por carretera. Las carreteras de plástico no son una idea
completamente nueva, el profesor de química de la India Rajagopalan Vasudevan
ha desarrollado un método para convertir plástico reciclado en asfalto, Vancouver
también asfalta sus calles desde hace un tiempo con plástico reciclado. Pero
esto sólo resuelve una parte del problema.
Las carreteras de VolkerWessels tendrían un diseño de traba
a presión fácil, al igual que los Legos, que podría ser de fácil acceso para
las reparaciones. Las carreteras también podrían trasladarse a diferentes
lugares, una innovación sin precedentes que es especialmente ideal para
terrenos arenosos o pantanosos de los Países Bajos. Dentro de los ladrillos
prefabricados habría un espacio hueco, para la creación de infraestructura de
fácil acceso, electricidad, teléfono o cualquier otro tipo de suministro que lo
necesite (Me parecería increíble no ver una calle levantada cada mes para
sustituir o instalar nuevas canalizaciones). Si bien el proyecto aún está en
fase de desarrollo, es emocionante saber se están pensando en estos enfoques
creativos para abordar soluciones a la destrucción ambiental generalizada.
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