El
Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales ya anunció que evalúa el
impacto que puedan provocar en el país los peces gato y diablo, que devoran a
las especies nativas y provocan daños a las floras en ríos, lagunas y otros
acuíferos de la región Este.
La
reproducción a expensa de las especies nativas del pez Gato, Clarias batrachus,
y el pez Diablo o Limpiavidrios son muy abundantes en los cuerpos de aguas de
Higüey, La Romana, El Seibo, Hato Mayor y San Pedro de Macorís, donde de manera
paulatina han eliminado las especies nativas, conocidas como guabina, dajao,
tilapia, camarones, jaiba, chopo y angula.
El
Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que tiene conocimiento pleno
de los daños causados por estos depredadores invasores hace poco o nada para
enfrentar la voracidad, principalmente del pez gato, que se caracteriza por
sobrevivir fuera del agua y atacar aves domésticas y otros animales, a los que
devora con velocidad espantosa.
En
noviembre del 2010, el organismo ambiental emitió un alerta para combatir o
eliminar por completo de las aguas nacionales la especies exóticas,
consideradas en la lista de los peces invasores más dañinos del mundo.
Devorador
“El pez
gato es tan peligroso, que puede alimentarse con los peces nativos, endémicos y
en vía de extinción, como la biajaca”, expresa el informe enviado a los medios
de comunicación por el Ministerio de Medio Ambiente. En tanto, el pez diablo o
limpiavidrios se caracteriza por engullir los huevos de las especies nativas.
Su piel es tan dura como la concha de hicotea, por lo que sobrevive a las
pisadas humanas y hasta de vehículos.
El
organismo sostiene que el pez gato fue introducido al país de manera ilegal por
personas o empresas que se desconocen, pero el mismo se ha reproducido de
manera vertiginosa en lagunas naturales, artificiales y los ríos Soco, Chavón,
Maguá, Higuamo, Seibo, Guaquía, Cibao, Magarín y otros del Este del país.
Especímenes
del pez gato capturados en lagunas artificiales cercanas a Hato Mayor han
llegado a medir 70 centímetros y pesar 60 libras.
Los lugares
donde la presencia del pez gato es más acentuada son las lagunas Limón y
Redonda en Miches, Laguna Bávaro, así como el santuario de lagunas de Los
Llanos, en San Pedro de Macorís y otros humedales de Hato Mayor, El Seibo e
Higüey.
Eliminar
Existen
reportes, además, de que las especies invasoras están en Laguna Yuna, Laguna
Manatí, Laguna La Enea, Laguna Flamenco, Río Yabacao, Río Yabón, Consumo,
Cachón de la Rubia, Guamira, y el arroyo Paña-Paña, en su mayoría zonas de
aguas ubicadas al Este del país y en algunas lagunas y ríos de la provincia
Santo Domingo.
Consumo
El
Ministerio de Medio Ambiente sugiere el consumo del pez gato, cuya carne es muy
sabrosa y rica en proteína.
Las
sociedades ecológicas de San Pedro de Macorís, Hato Mayor, ElSeibo e Higüey,
advierten que es urgente eliminar esta agresiva especie exótica invasora, para
evitar que las nativas puedan sobrevivir al ataque del pez gato.
Los
pescadores de la región Este piden el auxilio de las autorides nacionales para
eliminar los peces gato y diablo, ya que todas las especies nativas corren el
peligro de desaparecer. Además, son peces con gran capacidad reproductiva aun
en condiciones extremas. Fueron introducidas en el país hace varios años, y por
su rápida reproducción se han extendido por casi todo el territorio nacional,
en especial en los acuíferos de la región Este y de la provincia Santo Domingo.
La carne de ambos peces tienen gran demanda por su agradable sabor y lo fácil
de cocinar. Fuente:DiarioLibre
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