El salto
de los combustibles fósiles a lo eléctrico en la movilidad es imparable. Los ayuntamientos
también son conscientes de ello, por eso, cada vez son más los gobiernos
locales que apuestan por la moto eléctrica como vehículo motorizado de sus
servicios municipales, como es el caso de la Policía Local. Ya se ha hecho en
Barcelona, Málaga, Formentera o Valencia, entre otras muchas ciudades. Ahora
llega el turno de la capital de España, Madrid.
De esta
forma, el cuerpo de Agentes de Movilidad del Área de Medio Ambiente y Movilidad
del Ayuntamiento de Madrid dispondrá de una flota municipal de vehículos con
una huella ecológica muy baja. Serán 13 el total de motos eléctricas que se
comprarán para que los agentes realicen sus funciones de vigilar la
circulación, para las que estarán especialmente adaptadas.
El
consistorio madrileño ha optado por el modelo Silence S02 de Scutum, diseñado y
fabricado en España. Este modelo permite configurar el vehículo a la carta,
incluye conexión ‘smartphone’, control remoto de fábrica y baterías de litio.
Está especialmente ideada para los agentes de seguridad.
Madrid
destinará 113.256 euros a la renovación de la flota de la Policía Local con
vehículos poco o nada contaminantes. No obstante, el consistorio espera
amortizarlos, ya que la marca estima que estas motos ahorran en combustible más
de 500 euros cada 10.000 kilómetros de rodada. Algunos estudios ya hacen
números del ahorro que supondría para los ayuntamientos electrificar sus
flotas.
El mpdelo
Silence S02 de Scutum adaptado a los agentes dispone de equipamiento policial,
marcha atrás, freno regenerativo, máximo radio de giro, sistema de iluminación
LED y bajo centro de gravedad. Además, tiene incorporado un baúl trasero con un
sistema de luz y sonido, megáfono y mástil para colocar la sirena.
La
movilidad eléctrica en las ciudades.
En Madrid
la renovación eléctrica también se ha extendido a la flota de autobuses. El
primero de línea no contaminante hace la línea 39 (la que hace el recorrido
Avenida de Felipe II hasta Pavones). Autobuses eléctricos con los que ya
cuentan Barcelona y San Sebastian.
A esta
tendencia también se han unido otras ciudades como Valencia, que precisamente
recibió el premio del Ministerio de Medio Ambiente por su apuesta por la
movilidad sostenible. En la capital del Túria, el verano pasado se puso en
marcha un autobús eléctrico en pruebas para comprobar su rendimiento,
viabilidad y prestaciones en el servicio regular. Además, también ha comprado
dos autobuses híbridos con los que estiman ahorrar entre un 25% y un 30% de
combustible.
Parece
que la política al fin se ha dado cuenta de que el futuro pasa por la
sostenibilidad.
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